En la tradición musical un Concierto es una composición escrita
regularmente para un instrumento y se divide en tres movimientos. El presente
escrito tiene como instrumento al dolor y se divide en los siguientes
movimientos: Dolor somático, dolor psíquico y dolor óntico. Esta división parte
de la concepción de Sigmund Freud sobre el sufrimiento, la cual expone en su
texto El Malestar en la cultura
(1930/1990):
Desde tres lados amenaza el sufrimiento;
desde el cuerpo propio, que destinado a la ruina y la disolución, no puede
prescindir del dolor y la angustia como señales de alarma; desde el mundo
exterior, que puede abatir sus furias sobre nosotros con fuerzas hiperpotentes,
despiadadas, destructoras; por fin, desde los vínculos con otros seres humanos.
Al padecer que viene de esta fuente lo
sentimos tal vez más doloroso que a cualquier otro (p.77).
El
sufrimiento desde el cuerpo, correspondería al dolor somático; el que surge de
los vínculos con otros seres humanos, es el dolor psíquico y finalmente, el que
abate desde el mundo exterior, lo nombro dolor óntico.
Esta es la entrada a un artículo que me publicaron en la revista electrónica La Otra Gaceta, dirigida por José Ángel Leyva, para ver el texto completo puedes seguir el siguiente link: