jueves, 2 de octubre de 2014

El ciclo de los amantes

Se enamoraron bajo el soplo del atardecer,
solos con sus miradas,
pieles trémulas atrayéndose sin refugio,
nadie les vio amarse,
ella cantó suspiros,
él ahogó su placer con caricias.

Su horizonte se tornó dual,
ningún futuro se vislumbraba posible
si no era tomados de la mano,
nadie les escuchó jurarse fidelidad,
ella ensoñó una vida juntos,
él se entregó al instante.

Los días, las tardes y las noches les unían,
no había sentir ni pensar sin compartir,
todo parecía cumplido,
nadie más les tocó,
ella sintió angustia por el fin de su juventud,
él percibió el tufo del hastío.

Los silencios secuestraron el tiempo,
se estrecharon los espacios,
sus cuerpos dejaron de vibrar,
la sombra de los otros cayó sobre su amor,
ella volteó hacia los amantes del pasado,
él entregó sus ojos al azar de los encuentros.

Un irremediable otoño deshojó sus corazones,
se marchitó el romance,
la inercia les empujó al rescate,
nadie les vio llorar,
ella guardó sus recuerdos en una caja,
él se desprendió de todo vestigio.

Comenzaron de nuevo el ciclo,
no podrán cerrar el conteo de amantes
sino hasta que los bese la muerte,
nadie sino ellos sabrá cuantos fueron,
ella les rememorará a todos,
él tan sólo a las que amó.