martes, 6 de octubre de 2015

39 y sin ella

Otra noche con mi tozudez,
quizá la ironía sea la culpable,
me aburro con las formas hechas del amor.
Miradas brillantes,
palabras exactas,
pretensiones claras,
todas ellas me convocan al tedio.
Intento creer en lo seductor de lo conocido,
siempre  fracaso,
las liturgias son para los templos,
aún espero el sobresalto de lo imprevisto.
Cinismo en el lenguaje,
sonrisas donde se anuncia llanto,
ingenio para los espacios vacíos,
la compulsión a conversar,
no busco tanto.
Un amor no se siente,
es una impostura de la sinrazón,
el río que te arrastra sin aviso previo,
te vive a pesar tuyo.
Por eso llego a los 39 sin ella,
donde encuentro soltura ella escucha escarnio,
defiende verdades, yo sólo instantes,
su visión de futuro se opaca en mis ojos de presente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario